Siempre
resulta interesante repasar cuales son los segmentos en que se divide o se
integra la música cubana, que son a saber:
La música afrocubana y la
de notable ascendencia africana.
La cancionística.
La música guajira.
El danzón con sus
ascendientes y descendientes.
El son, con sus variantes
y estilos.
Del
son del cual comenzamos a hablar, se pueden decir muchas cosas, porque es una
música mestiza, donde se combinan o mezclan los elementos de origen africano
con los europeos.
Y
efectivamente es así, porque este género se engendró dondequiera que se
encontraron las cuerdas pulsadas que nos llegó desde la península ibérica, con
el ritmo y la percusión traída desde África.
Estas
coincidencias ocurrieron, sobre todo, donde estaban asentadas las fábricas de
azúcar, llamados centrales azucareros, porque en estos lugares trabajaban
conjuntamente en la parte industrial o en la agrícola, integrantes o
descendientes de españoles y africanos.
Pero
también ocurrieron en otros sitios, como sucedió en la dársena de La Habana,
allá por el siglo XVII, donde los músicos se apropiaron de las clavijas
utilizadas para construir los barcos, y las transformaron en las famosas claves xilofónicas, que en la actualidad se utilizan para tocar el Son, en los tríos
trovadorescos.
Como
les cuento, el Son expresa por todo el archipiélago los elementos musicales de
cada lugar donde se engendró y por ello tiene tantos estilos, que demuestran
ser de toda Cuba.
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