miércoles, 24 de mayo de 2017

Antonia tras la lluvia…


















Por: Ismael Almeida
La torrencial lluvia presagiaba que suspenderían la función en la capitalina sala teatro Adolfo Llauradó. La reposición de la conocida versión “Jerry viene del Zoo”  fue seleccionada por Antonia Fernández, a propósito de la defensa de su tesis “Máster en Dirección Teatral”, el 18 de marzo, pero se programó a última hora por motivo de fuerza mayor. 

La ocasión se pintaba sola para estrenar a la nueva Máster y directora de Estudio Teatral Vivarta, artista que atesora un fructífero currículo profesional, donde algunos concuerdan que es muy exigente en cuanto  al trabajo de dirección y puesta en escena.

Egresada del entonces Instituto Superior de Arte (ISA) en 1990, hoy Universidad de las Artes en Cuba, cuenta que trabajaba desde su época de estudiante, pues estuvo entre las fundadoras del grupo “Buendía” que dirige la Mtra. Flora Laute, donde laboró como actriz durante 18 años.

Luego se integra a la docencia como profesora de actuación en la propia escuela que la formó y en 1996 se estrena como directora teatral, entonces recibe el nuevo milenio con el montaje de la multipremiada pieza “Historia de un Caballo”, obra de gran significación dentro del teatro contemporáneo cubano.

Tres años más tarde funda su Estudio Teatral Vivarta, y establece su propia sede tras realizar la titánica labor de rescatar con su colectivo escénico el túnel del paso peatonal en la Avenida de Carlos III, en el municipio de Centro Habana.

¿Antonia que opinión le merece el teatro cubano actual?

—Es común escuchar que el teatro está en crisis, pero es que el teatro vive de las crisis, ¡Si no hay crisis no hay teatro! —Estos son tiempos particularmente difíciles, yo no hablo de crisis, pero el rostro y la caracterización de la sociedad cubana tal como la conocemos está cambiando, como se dice, se repite y se enfatiza que el teatro es un reflejo de la vida, entonces no podría ser de otra manera.
  
Es natural que al teatro lleguen esas repercusiones porque estamos viviendo tiempos de adecuación, nosotros sentimos que estamos abiertos a la prosperidad, al futuro y al socialismo próspero.

Todo eso conlleva una conciliación del comportamiento humano que vive esas tendencias desde las distintas realidades sociales, la familia, lo social, desde el centro laboral, el salario, desde las ubicaciones públicas, tener dos trabajos. Eso no podemos obviarlo, ni soslayarlos; probablemente para bien pero todavía hay que ajustarlas a escala humana.  

Una cosa es el lineamiento en el papel y otra cosa es aplicarlo a escala social; si nuestra vida va a estar problematizada, apresurada, cuestionada en algún sentido, modificada y afectada, el teatro lo va a estar también.

Sobre todo ahora con el sistema de perfeccionamiento empresarial donde todo cuesta mucho, con una sectorización económica que descentraliza la compra de materiales, donde todos tenemos que ser más responsables y rentables.

Como es lógico, estas disposiciones encarecen la producción teatral que no está sujeta a esos mismos principios porque en ese terreno, el estado financia la cultura. Es que nosotros no estamos dentro de esa esfera donde hay cierta flexibilidad para buscar otros tipos de financiamientos y si existe la manera de justificarlos, todavía no sabemos cómo instrumentarlo en lo cotidiano.

No obstante, seguimos teniendo un teatro con muchísimo talento, con muchísimas soluciones, pues nosotros somos un país muy rico culturalmente, aunque tengamos que adecuarnos como toda la sociedad cubana a los nuevos tiempos.  


martes, 16 de mayo de 2017

Cuarenta y Quince






enfoque cubano © Carlos Miranda
Por: Ismael Almeida  
Realizan concierto homenaje por los 40 años de vida artística del Mtro. Javier Zalba y el XV Aniversario de la orquesta de cámara “Solistas de La Habana”. La celebración tuvo lugar en la bella Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, este sábado 13 de mayo a las 6:00 de la tarde. 



La fiesta concebida bajo la batuta del Mtro. Iván Valiente, resultó un derroche de talento y virtuosismo a la altura de la reconocida carrera musical de Javier Zalba. 


La orquesta de cámara “Solistas de La Habana” conformada por talentosos instrumentistas, con su director titular, el Mtro. Ivan Valiente, atesora compartir escena con prestigiosos músicos y directores al ejecutar obras de numerosos compositores cubanos y foráneos. 

Entre sus notables lauros, se encuentran el merecido Premio Cubadisco del año 2009, con el CD- DVD “Clásicos Cubanos del Siglo XX”. De los referidos premios consta su nominación del 2015, en la categoría Música de Cámara, con la integral para orquesta del compositor Yalil Guerra, aunque la fortuna les volvió a tocar con este mismo disco a la obra “El Retrato de Paloma” que fue nominado a los Premios Granmy Latinos. 

El saxofonista, clarinetista y flautista Javier Zalba, es solista del Centro Nacional de Música de Concierto. Graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1976 en Clarinete, instrumento con el que dos años después inicia su carrera profesional como profesor en la propia escuela que lo formó. 

El artista continuó cultivando su talento y estudió, flauta y saxofón, instrumento con el que también realiza aporte a la enseñanza, empeño que no impidió su desarrollo.

Este gran músico cubano acreedor de numerosos premios nacionales e internacionales, con una prolífera carrera donde ha puesto bien en alta su maestría representando a la Mayor de la Antillas en numerosos países, compartiendo escenarios con grandes figuras y orquestas en el mundo de la música contemporánea.


En esta ocasión interpretaron de Alexander Glazunov, el concierto in M-Flat Mayor para sazofón alto y orquesta de cuerda, de Mario Herrerías Nieblas. Y de la autoría de Javier Zalba, Suite Exposiciones, Allegro moderato, lento, Allegretto y Allegro con fuocco.

enfoque cubano © Carlos Miranda
enfoque cubano © Carlos Miranda

sábado, 13 de mayo de 2017

Secuencias de un Entorno

Por: Ismael Almeida
enfoque cubano © Ismael Almeida  
La exposición personal “Secuencia de un Entorno” del artista de la plástica Orlando Rodríguez Barea, es inaugurada este 12 de mayo en la capitalina Galería Centro Cultural Cinematográfico ICAIC “Fresa y Chocolate”. Con un ingenioso discurso desde la contemporaneidad este habanero, realiza su obra al estilo del pintor renacentista Leonardo da Vinci, disponible al público en la céntrica galería de la calle 23 y 12 del Vedado, todo mayo y junio en horarios habituales.

La compleja propuesta armada con instalaciones, pinturas de gran formato y una pieza escultórica, enfatiza sobre el comportamiento del hombre actual ante la maquinización. Donde el artista alerta sobre esa extraña pero cada vez más común dependencia a la automatización del individuo contemporáneo, fiel al pensamiento del filósofo de la Ilustración el idealista alemán, Immanuel Kant…  

«”El hombre hace uso privado de su razón cuando es una pieza de una máquina”»…

enfoque cubano © Ismael Almeida  
Orlando Rodríguez Barea es graduado en 1977 de la especialidad: Pintura Decorativa, y atesora en su currículo profesional más de 16 exposiciones personales y 24 colectivas, este incansable artista y pedagogo es acreedor de numerosos lauros nacionales e internacionales.
Con su arte ha representado a la Mayor de las Antillas, en eventos, concursos y exposiciones celebradas en varios países como, México, República Dominicana, Noruega, Italia y Estados Unidos.

La muestra “Secuencia de un Entorno”  devela la madurez de un hombre que a los 58 años ha labrado su concepto artístico a través de una obra cada vez más comprometida con su tiempo, en la que propone una mirada reflexiva a la siempre urgente necesidad de la corrección.

Debatir sobre el creador y su obra, suele ser enriquecedor, pero estimo que es más interesante enjuiciarlo con el libre ejercicio de la interpretación  personal, por tanto, no deje que se lo cuenten, visite la galería.

enfoque cubano © Ismael Almeida  
enfoque cubano © Ismael Almeida  
Jorge Alberto González Frómeta y Orlando Rodríguez Barea dejan inaugurada la exposición.
enfoque cubano © Ismael Almeida






lunes, 8 de mayo de 2017

Un estímulo a la participación colectiva

enfoque cubano © Ismael Almeida  
Por: Ramón Torres
Saber que el teatro cubano se complace en presentar obras de la arena internacional, resulta siempre estimulante; máxime cuando se trata de una autora alemana, geografía que se precia por su exquisito y tradicional desempeño dramatúrgico.

Enfoque Cubano, la página que conduce como redactor y fotógrafo Ismael Almeida, resume con lenguaje claro, sencillo y orientador la posibilidad que ofrece el Café Brecht, para disfrutar la nueva temporada de “El último fuego”, que nos motiva en la reinterpretación de un suceso familiar que no por repetitivo deja de estimularnos hacia posibles, multifactoriales y diversas lecturas.

Desde la contemporaneidad podemos recontextualizar las tragedias, aciertos y desaciertos humanos que se reciclan, pero siempre con un aderezo diferente, sobre todo si el hacedor nos lleva de la mano por el camino de la reflexión.

enfoque cubano © Ismael Almeida  
He ahí, a mi juicio, la misión fundamental de cualquier puesta teatral convocada en los días que discurren; y el encargo de páginas como Enfoque… ha de ser persuadir, educar, dirigir al público para que sepan degustar aquello que verdaderamente lo merece.

Y este el texto que nos mueve no se detiene únicamente en describir ni hacer loas de la obra, sino que dialoga con la directora del colectivo, y ofrece información adicional sobre su autora germánica, rompiendo fronteras a la vez que estableciendo lazos.


Adolece, sin embargo, de pies de fotos que quizás fueran más explicativos, pero lo salva la calidad del producto, arrancándonos de por sí un suspiro, pues se siente —sin ánimos de adulación— pena por no participar de facto en las tablas, sea como actor o en el público; lo cual representa, entonces, un estímulo a la participación colectiva.

enfoque cubano © Ismael Almeida  

miércoles, 3 de mayo de 2017

De tal palo, tal astilla…

enfoque cubano © Ismael Almeida  
Por: Ismael Almeida.
El arte con sus herencias e influencias que se trasmiten de generación a generaciones, aunque les aseguro que esta vez les hablo de algo usual que suscita admiración…

La Cita, una exquisita comedia estrenada el pasado mes abril en la sala Café Brecht, que resultó muy a lo “Doimeadiós”, ¡Claro! Aunque dirigida por Osvaldo, esta vez escrita por su hija, la joven autora Andrea Doimeadiós.
enfoque cubano © Ismael Almeida  

La artista es graduada de actuación de la Escuela Nacional de Teatro (ENA), y en estos momentos cursa el 4to año de actuación en la Universidad de las Artes en Cuba (ISA) y labora en la compañía teatro El Público.

¿Andrea, actriz o dramaturga? — ¡No, soy actriz! Nada académico con la dramaturgia.

Le interrogo con la mirada y dice.

—Estos textos son frutos de esa necesidad de hacer el humor que me gusta, femenino, teatral, refinado, inteligente y de buen gusto…

Toma un aire y afirma: es importante defender el papel de la mujer en el humor, pues  hay poca participación nuestra en el género. Desde luego deseo que los jóvenes realicen sus sueños de creación, que escriban para que el humor ocupe su lugar.

¿Entonces seguirás los pasos de tu papá en el humor? — ¡Claro! Aunque soy actriz dramática y encarno el personaje que me asignen…

¿Cuál es personajes que más te gustaría interpretar? — Son tantos y es una carrera tan larga, pero sin dudas Ofelia de Hamlet, la obra de Shakespeare…

La artista, visiblemente contenta por el estreno junto a su padre, cita emblemáticos personajes del arte y la literatura que, con su actuación y la de su colega Venecia Feria, suscitaron la admiración del público.

Es que con evidente talento y sueños de princesa enamorada, Andrea pone mucha pasión en lo que hace, y nos invita a seguirle la pista, pues, nos recuerda que en el arte de tal palo tal astilla…


enfoque cubano © Ismael Almeida  
enfoque cubano © Ismael Almeida