sábado, 23 de julio de 2016

Recordando a Bonachea

©Ismael Almeida

Por: Ismael Almeida
Los años de amistad y el recuerdo de un amigo ausente sirvieron esta vez de pretexto al fotógrafo Carlos Miranda, para desempolvar viejos archivos de fotos. El abundante material recoge momentos inolvidables de quien fue Juan Vicente Rodríguez Bonachea, uno de los más prominentes artistas de la plástica cubana contemporánea, que falleció el 20 de julio del 2012.

Miranda afirma que su amistad era incondicional, saliera de viaje o los años que residió en Venezuela cuando regresaban a la Habana, se llamaban, se visitaban como si el tiempo no hubiera pasado. Recuerda que de aquellos fortuitos encuentros y la época que trabajaron juntos, son todas estas fotos que Miranda atesora en su archivo personal que hoy expone bajo el auspicio de Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate y el Proyecto 23 del ICAIC, que las exhibe al público en la propia galería del centro bajo el Título Recordando a Bonachea, en la céntrica calle 23 del Vedado.   

©Ismael Almeida
Carlos Miranda fotógrafo de vasta experiencia con años de labor como stillman en el ICAIC, como fotógrafo de prensa, confiesa. —Prefiero recordarlo en esta muestra como la persona afable, poco vanidoso, noble, buen hijo y fiel amigo que siempre fue, hablar ahora de su obra como artista sería ponerlo a competir él contra él mismo contra el recuerdo de quien fue.


Que embarazosa tarea hablar de un creador, un artista sin hacer alusión a su obra, Miranda lo resuelve con todas estas fotos mostrando a un Bonachea entre amigos, en su cotidianidad, aquí sus amigos lo recuerdan, otros lo conocen a través de su enorme obra.

Enrique Enrique, Arletti Roquefuentes y Carlos Miranda 

En la inauguración estaban su compañera, amigos, familiares y personas que también conocieron a Bonachea, en sus rostros serios por el amigo ausente, matizaron el momento hasta para quienes no le conocieron.

La grandeza de este artista transcendió fronteras, escribió Alex Fleites el 12 de Junio de 2012 en la página web en el diario El Universal, tras el paso de una delegación de pintores cubanos por Cartagena, Colombia: […] La pintura de Vicente Bonachea es “luminosa sin estridencias, es íntima sin impudicia; es agradable sin decorativismos; es honda sin pedantería; es erótica sin obviedades; es risueña sin irónica malicia; es lírica sin ñoñería; es densa sin encriptaciones; es cubana sin incurrir en las caprichosas estratificaciones de la identidad; es simbólica en la oblicua manera en que cualquier cosa es susceptible de representar algo más allá de su apariencia; es literaria sin ser expresamente narrativa; y en definitiva, es universal no por participar de ciertos estándares impuestos a priori, sino porque alude siempre a las esencias” [...]    

Miranda hoy está feliz porque su amigo Bonachea a donde quiera que esté sabrá que no se le olvida que por el contrario se le aprecia más por el amigo que fue. Su prematura partida dejó un hueco enorme para quienes le conocieron y la cultura cubana perdió a un hijo ilustre  como artista de la plástica, un pintor, diseñador gráfico y como profesor de las artes plásticas, nos dejó su enorme legado.

©Ismael Almeida
©Ismael Almeida



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